lunes, 12 de mayo de 2014

Agustín Nieto Caballero Pedagogo




BIOGRAFÍA

Educador y escritor nacido en Bogotá, - el 17 de agosto de 1889, muerto en la i misma ciudad, el 3 de noviembre de 1975. Fundador del Gimnasio Moderno de Bogotá, Agustín Nieto Caballero se licenció en 1912 en Derecho, en la Universidad de París; estudió Filosofía, Sociología y Ciencias de la Educación en la Sorbona y en el Colegio de Francia durante cuatro años, y Psicología en el Teacher College de Columbia University, en Nueva York. Cuando regresó a Colombia en 1914, se reunió con José María Samper, Tomás Rueda Vargas, Tomás Samper, Ricardo Lleras Codazzi y otros librepensadores, con el fin de darle un viraje a la educación nacional, de tal manera que fuera concordante con las ideas de María Montessori y de Ovidio Decroly, según los cuales el niño está dotado de fuerzas suficientes para su autoeducación y la función del maestro consiste en fomentarle y facilitarle este camino. Sus principios buscaban el rescate de los valores humanos y el ejercicio de la personalidad (objetivo de las ideas liberales de la época), donde la escuela, sólo la escuela es capaz de asegurar una independencia real y definitiva.



Con base en estas ideas, Nieto Caballero fundó el Gimnasio Moderno de Bogotá, donde hizo un notable aporte al desarrollo y crecimiento del país. Muchos de los egresados del Gimnasio Moderno han tomado parte activa en la vida Pública e intelectual de Colombia. Allí se llevaron a cabo las famosas jornadas de cajas escolares, que consistían en desayunos y vestimentas para niños de las escuelas públicas. Pero Nieto Caballero también se preocupó por la educación de la mujer, y lo demostró al fundar, en 1928, el Gimnasio Femenino en Bogotá. Como educador y hombre de letras, participó en numerosos eventos. En 1931 asistió como delegado de Colombia al Congreso Internacional de Prensa en Madrid; después fue delegado del país ante la Sociedad de Naciones entre 1931 y 1934; fue nombrado director General de Educación de 1932 a 7936; huésped de honor del Congreso Mundial de Educación en Inglaterra en 1936; y presidió la v Conferencia Internacional de Instrucción Pública en Ginebra en ese mismo año. No podemos dejar de mencionar entre sus actividades el haber sido el presidente de la Delegación del país al VIII Congreso Científico Americano, en Washington en 1940; y la reresentación latinoamericana en la Conferencia Internacional de Educación en la Universidad de Michigan, en 1941. Desde 1938 hasta 1941 Nieto Caballero dirigió la Universidad Nacional de Colombia, y en reconocimiento a su trabajo fue nombrado embajador de Colombia ante Chile en los dos años siguientes. Volvió al país y regentó la cátedra de Orientación de Educación en la Escuela Superior y en el Instituto Pedagógico Nacional. Viajó en varias oportunidades como conferencista invitado por universidades de Londres, París y Atenas.


Fue miembro del Consejo Nacional de Educación y director de la delegación colombiana a la Conferencia Mundial de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en 1947. Como escritor hizo importantes aportes al periodismo colombiano a través de sus notas en los periódicos El Espectador y El Tiempo, en la Revista de América, y también colaboró como corresponsal en numerosas publicaciones extranjeras. Fue fundador y promotor de la revista Cultura, donde participaron y colaboraron hombres de la talla de Luis López de Mesa, Luis Eduardo Nieto, Raimundo Rivas, Manuel Antonio Carvajal y otros. También se le debe la fundación de la Cruz Roja Nacional Juvenil. Recibió la Cruz de Boyacá de manos del presidente Guillermo León Valencia; la Universidad Pedagógica Nacional le otorgó el título de doctor Honoris causa en 1967; el presidente Carlos Lleras Restrepo, en 1969, le impuso la condecoración Caballero Eminente de Bogotá; la República de Francia le concedió, en 1970, las Palmas Académicas por su aporte en el campo de la educación; y en 1973 se le otorgó la Orden Caro y Cuervo. Sus enseñanzas no se quedaron en las aulas del colegio, ni tampoco en sus conferencias en las universidades; como escritor publicó varios libros: Aspectos de la guerra europea (1914); Sobre el problema de la educación (1924 y 1935), Las casas escolares y su acción en Bogotá (s.f.), Palabras a la juventud (1958), El secreto de Rusia (1960), Los maestros (1963), La segunda enseñanza y reformas de la educación (1964),, Crónicas de viaje (1964), Crónicas ligeras (1964), Una escuela (1966), que trata sobre la creación y función del Gimnasio Moderno, y, por último, La escuela activa, publicado a finales de la década del ochenta. Después de un derrame cerebral, Nieto Caballero falleció en Bogotá, el 3 de noviembre de 1975 [Ver tomo 5, Cultura, p. 68].


http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/nietagus.htm











Agustín Nieto Caballero: Fundador del Gimnasio Moderno y renovador de la pedagogía
Por: Angela Rivas Gamboa.


Tomado de: Revista Credencial Historia.

(Bogotá - Colombia). Mayo 1999. No. 113









METODOLOGÍA

El 18 de marzo de 1914, bajo la mirada escéptica de muchos y la contemplación entusiasta de unos cuantos, el Gimnasio Moderno abrió sus puertas en Bogotá. A la cabeza de esta empresa educativa estaba Agustín Nieto Caballero (1889-1975), un joven bogotano de formación europea, empapado de las nuevas corrientes pedagógicas que recorrían el viejo continente y Norteamérica, y adalid de la escuela nueva, particularmente de las propuestas pedagógicas de María Montessori (1870-1925) y Ovidio Decroly (1871-19329), las cuales, adaptadas a la realidad y la cultura nacionales, inspiraron la creación del Gimnasio Moderno y las demás empresas emprendidas por don Agustín en el ámbito educativo.


Bajo la orientación de Nieto Caballero, el Gimnasio Moderno adoptó postulados pedagógicos de origen europeo, fijándose desde un principio el cometido de modernizar sin extranjerizar. El naciente colegio se concibió como un centro de enseñanza por y para la vida. Su horizonte fue la formación integral de sus alumnos, es decir, la fortificación del cuerpo y el alma, tenidos por elementos indivisibles del individuo y ámbitos inseparables en su formación. Tales aspiraciones fueron acuñadas por don Agustín en el lema: "No sólo instruir sino también educar", o sea, moldear el carácter y formar moralmente a las nuevas generaciones. Junto a este lema, la vida del Moderno y en general la obra educativa de Nieto Caballero, tuvieron como sello distintivo la búsqueda de una educación fundada en los conocimientos científicos de la pedagogía y la medicina escolar, y en ideales de tolerancia, libertad y rechazo a todo tipo de sectarismo.


De la mano de don Agustín, el Moderno se propuso forjar ciudadanos que gracias a su formación fueran capaces de dirigir los destinos de la patria e intensificar la cultura propia. Con este fin el Gimnasio, además de procurar la formación integral de sus estudiantes, buscó que éstos se vincularan a la realidad nacional a través del contacto directo con distintas regiones del país y la participación activa en instituciones de labor social.


En su constante desvelo por la educación de los colombianos, Nieto Caballero manifestó que era urgente renovar el magisterio. Para él, la misión del maestro era formar ciudadanos, que a su vez formarían la nación. En tal sentido, la preparación de docentes imbuidos en las nuevas corrientes pedagógicas y dispuestos a trabajar en el mejoramiento de la educación nacional fue la piedra angular de su propuesta educativa. Como rector del Gimnasio, buscó crear un cuerpo docente que encarnara los ideales del colegio. Para esto, además de recurrir a maestros extranjeros, impulsó los nuevos planteamientos pedagógicos. Como inspector de Educación Primaria y Normal (1932-1936), Nieto Caballero buscó elevar el nivel del magisterio. Con este fin, organizó cursos de información para maestros, impulsó reformas educativas y participó en la reestructuración de las escuelas normales y en la fundación de la Facultad de Educación de Bogotá.


La propuesta educativa de don Agustín, al igual que su obra en el Gimnasio Moderno, fomentaron el interés nacional por la educación y fueron motivo de reconocimiento internacional. A mediados de los años veinte, el Gimnasio Moderno fue reputado como la capital de la escuela nueva en América Latina y como el centro de difusión de sus ideales. Nieto Caballero entró por lo demás en contacto con pensadores latinoamericanos vinculados a la lucha de renovación educativa en sus países, y ocupó un lugar destacado en países europeos vanguardistas en el campo de la pedagogía.


Pero más allá de los reconocimientos formales, don Agustín marcó un hito en la historia de la educación en Colombia, y tanto dentro como fuera del país, se consagró como intelectual reformista, que hizo de su vida una lucha constante por la renovación educativa a través de la creación de un nuevo maestro y la modernización de los conceptos de escuela y pedagogía. 


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