sábado, 3 de mayo de 2014

Opinión película Philomena.



PHILOMENA

Esta película británica, dirigida por Stephen Frears, director también de la reconocida, múltiple ganadora de premios y producida película por Martin Scorsese, Los estafadores (1990).

Philomena, un trailer basado en una historia real, se prende de hechos conmovedores y aunque algo predecible, logra obtener el segundo lugar en el Festival de Toronto 2013 en la categoría de elección popular, lo que indica que su aceptación de la audiencia logró su cometido. Además, ha sido nominada a varios premios: uno en los premios del Sindicato de Actores 2013, tres en el Globo de Oro de 2013 y cuatro en los premios Óscar de 2013 y los Premios BAFTA 2013, entre otros.

La historia se empieza a desarrollar en Irlanda en 1955, cuando Philomena experimenta la reacción de su cuerpo ante los estímulos de los que nunca fue informada y que terminó manifestándose a través de un embarazo no deseado, que la llevó a ser enclaustrada en un convento donde las religiosas que lo integraban, se tomaron la potestad de castigarla en nombre de su dios haciéndola pagar la atención del doloroso parto, con oficios de aseo en las instalaciones durante largas jornadas, ver a su hijo durante una hora diaria y finalmente, aprovechándose de su ignorancia, presionándola para que por escrito entregara a su hijo a personas desconocidas y renunciando a él para toda la vida.

Su protagonista, después de 50 años de silencio, años que consideraba suficientes para purgar el pecado de haberse entregado a la pasión de la carne, decide sacar a la luz pública su tragedia y buscar el acompañamiento de un reconocido periodista, quien en adelante logra buscar en casi invisibles recovecos hasta poder obtener una respuesta a su solicitante. Aunque la información que le da a Philomena es dolorosa, porque a partir de ella se entera que su hijo fue vendido a una pareja estadounidense y le proporciona la confirmación de la sospecha sobre la homosexualidad de su hijo. Pero la noticia más fuerte es que su hijo ha muerto hace varios años atrás. La calma la obtuvo al saber que tanto él, como ella, llevaron un proceso de búsqueda del uno del otro, a pesar de no lograr reencontrarse.

Esta dramática historia reúne un inmenso conglomerado de sentimientos, actitudes y emociones: resignación, angustia, rencor, dolor, vergüenza, arrepentimiento, temor, ansiedad, emoción, entereza, perseverancia...lograron que Philomena consiguiera saber un poco, por palabras de otros, algunas características, intereses y gustos de su hijo.

Hechos que marcan y se deben tener en cuenta:

El poder en la iglesia católica y la política no tiene control ni medida, hasta el punto de pasar por encima de los indescriptibles sentimientos de madre.

El amor de una madre no se agota. Pueden pasar muchos años y la lucha seguirá hasta el final.

Se hace presente la doble moral en la época y aún sigue en la actualidad, respecto a la posición de ocultar la inclinación sexual del hijo de Philomena, para poder continuar en un cargo público.

El interés personal bien enfocado, bien encaminado, puede convertirse en un objetivo altruista; vivo ejemplo de ello, el periodista, cuya intención inicial era obtener una buena historia sin importar su final, luego optó por ayudar a Philomena y solo con autorización de ella, publicarla.

El perdón como bandera de Philomena, quien a pesar de saberse engañada y maltratada por las religiosas del convento, manifiesta no querer sentir rencor y tampoco les dirige deseos de represalia.

La perseverancia de Philomena la lleva a descubrir que su hijo también estuvo buscando sus orígenes.

Finamente, denunciar, porque la ética y los principios así lo exigen, en cuanto a las decisiones y los actos de personas que perjudican a otros. Eso fue lo que hicieron la protagonista de esta historia y el periodista al publicar el libro.

Yenny Alejandra Isaza Hernández

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